Mi nombre es Isabel Colilles, soy de Getxo, Bizkaia, pero malagueña por parte de hijas, y desde hace ya mucho tiempo resido en un rincón de la costa malagueña, disfrutando de su hospitalidad.
Desde que tengo recuerdo me ha gustado hacer cosas con mis manos, en cualquier actividad que me permita dar rienda suelta a la creatividad. Y así un buen día, empecé con una alfombra, y a la alfombra le siguió un quilt marinero… y ya fue un no parar, en este mundo tan apasionante del patchwork en el que vivo inmersa desde 2007.
En noviembre de 2009 abrí mi propio blog. Conocí un montón de gente con la que aprender y compartir, tanto nuestros trucos, como nuestros miedos, dudas e ilusiones. Lo mejor que me ha dejado son las buenas amigas que he tenido la suerte de hacer.
En esa época que no funcionaba tanto el Facebook ni otras redes sociales, los blogs nos servían para aprender técnicas nuevas, y compartir los quilts que hacíamos…. Como dicen las americanas, era nuestro particular Show&Tell. Y como no todo en la vida es el Patchwork… hemos compartido momentos muy especiales: Las bodas de amigas, hijas o hermanas… llegadas de bebés muy esperados, exámenes aprobados….
Las que me conocen saben que tengo debilidad por el acolchado. Disfruto uniendo telas y viendo cómo se van creando “mágicamente” nuevos diseños. Pero… disfruto más aun dando una nueva dimensión a los tops decorándolos con el acolchado… algunos más simples porque es lo que nos pide el diseño y otros más complejos, porque queremos transformarlos de otro modo…
Hasta ahora me he dedicado a acolchar con una máquina doméstica. Pero me veía limitada por el tamaño de los tops y no podía ofrecer todo lo que quería. Así, que igual que a la alfombra le siguió el quilt marinero, a la máquina doméstica le sigue ahora una máquina de brazo largo donde la única limitación es la imaginación para poder ofrecer un acolchado de calidad y diseño.
Ahora ya sí puedo decir que soy una quilter profesional. Por eso he creado Mi Taller de Acolchado y espero que también sea el tuyo.
Creo que cada quilt es importante, hay mucho trabajo, horas, sentimientos, sueños… incluso esperanzas, en cada puntada y en cada proyecto. Y creo que sólo con una buena máquina, mucho cariño y nuestro mejor trabajo y dedicación podemos ofrecer el acolchado que se merece a ese quilt tan especial.